lunes, 3 de junio de 2013

Una nueva cara, una nueva IDENTIDAD...

Esta es la clase en que comenzaremos con la decoración y terminación de nuestras mascaras.
Para comenzar este día, la profesora Erna nos entregó algunas instrucciones para el terminado de nuestras máscaras, dándonos como idea principal la funcionalidad de este elemento y la representación que debe significar para nosotros el tipo de decoración que escojamos. Tenía elementos como pasta muros, lija, témperas, papeles de colores, pegamento, etc.

Al comenzar la actividad yo tenía muchas ideas y diseños en mente pero nada muy bien definido… lo único de lo que si estaba segura era de la utilización de purpurina en mi trabajo. Me encanta lo fácil que resulta trabajar con este elemento, la decoración que provoca, el terminado que deja y esa sensación de dejar todo brillante al utilizarla. Para seguir pensando un poco y decidir lo que realmente iba a hacer comencé por emparejar la máscara aplicando una capa de pasta muros, luego dejarla secar y lijar.


Mientras lijaba la máscara se venían a mi cabeza un montón de imágenes de máscaras que había revisado hace días en internet para sacar ideas de cada una… pero nada me convencía. Teniendo ya mí máscara sin ninguna (o casi ninguna) imperfección seguía sin ninguna idea clara para reproducirla en mi trabajo, por lo que decidí, un poco insegura, pintarla completa de negro, esto me hacía pensar que tendría un lindo contraste con la purpurina plateada que tenía y que era seguro, ¡la iba a utilizar!
Al ver la máscara completa de negro y mirar la de mis compañeros que estaban tan coloridas me arrepentí un poco de mi decisión, por el hecho de haber escogido un color oscuro y me asustaba un poco pensar en una impresión negativa que pudiese provocar con este tono… pero no iba a cambiar lo que ya había escogido.


Solo por probar y experimentar,  tomé la purpurina y comencé un poco a jugar con ella sobre mi trabajo, al principio con mucho cuidado de no ensuciar pero después ya no me importo demasiado y tenía la mesa del grupo toda brillante, llena de purpurina. Finalmente la idea de mi máscara era dejar la mitad de ella pintada de negro y la otra mitad plateada, lo cual reflejaba un poco las dos “personalidades” que debe tener el profesional de la salud, ya que en su deber de velar por el bienestar del paciente en ocasiones se verá obligado a tratar con optimismo casos clínicos de diversa complejidad en los cuales no puede reflejar lo difícil de la situación y deberá mostrar “una buena cara” en todo momento.


Listo esto  y sólo a modo de decoración realice un diseño algo disperso con lentejuelas plateadas y tornasol, dejándome muy satisfecha con el progreso que había tenido mi trabajo. Desde las tiras de yeso hasta esta máscara la cual podríamos darle un uso funcional, tanto teatral, dramático, escudo de emociones, etc.

Terminada la clase y listas las máscaras era hora de limpiar la purpurina desparramada… bueno, son las consecuencias de usarla…


                                   

No hay comentarios:

Publicar un comentario