martes, 28 de mayo de 2013

Mi otro yo en un poco de yeso


Hoy fue el esperado TALLER DE MASCARAS, nos reunimos la mitad del curso en una sala (mientras tanto la otra mitad del curso creaba el Blog, que en verdad no lo crearon porque les quitaron la sala de computación… en fin). Primero nos dividimos en grupos para trabajar en las máscaras de nuestros compañeros, la profesora dio las indicaciones y dentro de esto comentamos un poco respecto a la finalidad y uso que le podemos dar a una máscara, surgiendo ideas como “para ocultar nuestra identidad”, “para representar algo que realmente no es lo que somos”, etc. Y definiciones que en verdad son necesarias en el perfil de un Terapeuta Ocupacional, debiendo siempre tener la mejor disposición y poniendo “su mejor cara” en la atención del usuario. Y dejando también la interrogante en nuestras mentes respecto a que otro uso podemos darle tanto a esta nueva careta que estamos elaborando, como también a las gasas de yeso que utilizamos, que además de ocuparlas en máscaras faciales podemos realizar moldes de nuestro cuerpo a modo de recreación y también como tratamiento médico para la reparación de esquinces y fracturas.



Bueno, antes que todo debíamos cortar en tiras muy pequeñas  las gasas con yeso, luego aplicar vaselina en el rostro de nuestros compañeros de los cuales haríamos las primeras máscaras y esto era para que el yeso no se pegara y fuese mucho más fácil para retirar. En mi grupo a mí me tocó (junto a  otra persona) hacerle la máscara a una compañera, los cual fue muy entretenido ya que debíamos ser cuidadosos con la otra persona, de no ensuciarlos demasiado e intentando que quedara lo más pareja posible.



Terminado y cubierta toda la cara de la persona se debía dejar secar y retirar. Yo tuve que hacer la máscara de dos compañeros y mientras tanto estaba muy ansiosa de que tocara que hicieran la mía, aunque también estaba un poco asustada porque no me gustaba la idea de que me cubrieran toda la cara, ojos, boca y depender de otra persona que hiciera con cuidado mi máscara. Cuando llegó el momento de hacer la mía, no fue para nada terrible y el tiempo con el yeso secándose en mi cara se pasó volando.  Fue muy gratificante ver  cuando las máscaras estaban listas y se parecían mucho a cada uno de sus dueños  y sobre todo ver la mía ya terminada, llegando a mi cabeza ideas del tipo de decoración que podría utilizar, surgiendo de inmediato la idea del material con que la iba a terminar y por supuesto teniendo siempre en cuenta que será la primera impresión que tendrá el resto de las personas hacia mí y será una especie de escudo de nuestros sentimientos y opiniones en situaciones en las que debemos ocultar nuestra forma de pensar.

Terminadas todas las máscaras, las dejamos  en una habitación de la sala en la que estábamos para que se terminaran de secar y, endurecer  y poder terminar los detalles con mayor facilidad.



1 comentario:

  1. Bien Valeska es un buen comienzo.
    -Preocúpese de mantenerlo al día.
    -Escribir utilizando hipertexto y fotografías.
    -Incorporar gadget laterales con enlaces relacionados con la malla curricular.
    Saludos

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